Por qué los hombres van de putas
Por qué los hombres van de putas
Aunque pocas personas admiten en público haber sido clientes de la prostitución, es suficiente salir de una ciudad importante por una carretera nacional para encontrarse con un burdel y ver los automóviles de todos aquellos que afirman nunca haber ido de putas.
A pesar de que no es común que los consumidores se presenten públicamente para defender la prostitución, cada vez que se retoma el debate sobre si es necesario abolirla o legalizarla, hay personas que defienden su derecho a seguir trabajando como prostitutas. En Irlanda del Norte, la región más reciente en legislar sobre este tema, se aprobó una ley parecida a la sueca para sancionar y perseguir a los clientes.
Aunque parezca una cosa del pasado, perder la virginidad con una prostituta (muchas veces pagada por los amigos con motivo de un cumpleaños) es habitual en determinados entornos. Estos jóvenes inician su vida sexual de manera protegida. No están obligados a hacer el ridículo ni a relacionarse emocionalmente. Se inician en sexo pagando.
Habría que diferenciar también a otro tipo de cliente, que no es típico, pero finalmente contrata los servicios de una prostituta. Los psicólogos explican que un día, debido a su enojo con la esposa y su soledad, busca ocasionalmente consuelo en la prostitución, lo que lo deja tan insatisfecho y aislado como lo hacía antes.
La prohibición o legalización de la prostitución ha generado intensas discusiones. No importa cuál sea el alcance legal de estas discusiones, es cierto que en casi todas las ciudades se prohíbe un tipo de prostitución que se practica en la calle, y también en descampados o carreteras, es decir, a la intemperie.
En cualquier caso, los castigos a las putas por ejercer su actividad en la calle dan la impresión de que lo inaceptable no es que existan situaciones injustas, sino que se vean. El trato que reciben las prostitutas de calle también demuestra cuán diferente es el derecho a la vida pública que disfrutan los hombres y que se niega o regatea a las mujeres.